domingo, 26 de julio de 2020

capítulo 5 la noche en la que el flautista pasó por Bremen

Capítulo 5 La noche en la que el flautista pasó por Bremen.





Andaba como el perro persiguiendo al gato con Devin, teníamos miradas furtivas esporádicas, me sacaba de quicio con cualquier cosa pero me reconfortaba su café y la gran adaptación que me hizo llegar en esta maldita ciudad en la que nunca pasaba nada y llegó a pasar de todo, salíamos por las noches al tejado para ver a los ruines burgueses y para poder señalar a los puteros que andaban en busca de que se los follasen mejor que sus mujeres, nada fuera de lo normal hasta que vimos un poco en la lejanía a una persona (de vestimenta femenina) vagando a solas por la calle colindante a la nuestra.

Una extraña melodía borró nuestras sonrisas, era estridente para cualquier oido y a mi me daba dentera, era como un roce metálico mezclándolo con un chirrido agónico y un final silencioso para empezar con el ruido de nuevo, en la noche sonaba como una jodida marcha fúnebre, era arrítmica, tal agónica que nos meneamos los tímpanos para volver a seguir con el angosto sonido estridente. 

- Dirk: ¿le conoces? ( refiriéndome a la persona)
- Devin: no puedo verla desde aquí, pero no parece en apuros
- Dirk: es casi media noche y una posible mujer sola por la calle es sospechoso

El sonido era espantoso pero fino para lo noche fría de Bremen, entonces vimos las primeras ratas.

El detalle que me hizo percatarme de lo anormal de la situación fue que iba abriéndose paso por algunas ratas que se escondían al paso de la posible mujer, esto me hizo correr a por mi gabardina para ponerme en camino hacia la calle, se acabaron las manitas con Devin.

- Dirk: Devin, corre, voy a ir por la calle de al lado para encontrármela de frente 
- Devin: ¿ y qué hago yo?(atónita)
- Dirk: analiza sus pasos por detrás, ten cuidado, grita si estas en peligro (mientras me alejaba de ella) 

Corrí como alma que lleva el demonio por la calle colindante enmarañado en la noche de Bremen, salpicaba los charcos de agua manchando mis bajos pero daba igual, se me olvido coger el sombrero pero no tuve mucho tiempo.

En el trayecto conté como cinco ratas muertas boca arriba o pataleando su último aliento de vida, quien quiera que hubiese pasado por allí era algo del inframundo que mataba la vida a su paso, espere a cruzar la calle para encontrarme a la posible mujer de frente con tan mala suerte que tropecé (debido a las bullas) con un mendigo que dormía en la calle haciéndome caer, tropecé debido al inmóvil vagabundo que no soltó quejido alguno, me maldije por haber perdido la única oportunidad de jugar mis cartas y poder verle la cara pero…

Tuve que hacerme el mendigo durante el instante que estuve en el suelo, tenía que hacer algo y rápido.

- Dirk: ¿me da una limosna? (llamando la atención de la mujer)

Noté la pestilente fragancia de algo asqueroso, mis fosas nasales no estaban acostumbradas a aquel olor tan fuerte de aquella falda negra y lo que arrastraba, mas ratas muertas adornaban los adoquines, eso explicaba el sonido fino, eran putas ratas muriendo, agonizaban hasta que ya no podían más y sucumbían a la muerte, yo pude notar el mal estar de aquella posible mujer, no obtuve respuesta de mi limosna pero si mis ganas de querer quedarme allí ante el vagabundo … que no era un sin techo, era un cadáver…

Estaba muerto, me había tropezado con un muerto, paso de largo de nosotros y me quedé perplejo por aquella cara de sorpresa, le salía espuma blanca de la boca y era muy reciente ya que estaba caliente aun, yo lo confundí con un sin techo pero llevaba un traje medianamente elegante y estaba limpio ( cuando lo observe ahora más de cerca)

Ya siendo sobrepasado por lo que pude deducir que era una mujer el olor que dejó a putrefacción era tan insoportable que me sentí mareado y sobrepasado por la situación cuando reconocí el grito agudo de Devin, ¿estaría en peligro?.

Mientras tanto, la mujer abandonaba el lugar a un paso normal perdiendose entre la neblina y adoquinada calle a escasos metros de mi. 

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Fue como si el maldito flautista de Hamelin hubiese pasado por Bremen aquella noche, al cabo de unos minutos extenso me recompuse de mi pestilente aroma y encontré a Devin llena de ratas rodeándola, gritaba y chillaba sin consuelo alguno viéndose sorprendida por aquellos animales odiados por la mayoría de los seres humanos, solo aportan enfermedades incurables para la sociedad.

algunas le saltaban y a base de patadas y agarrarla en volandas pudimos salir de aquella pesadilla de calle, toque aquel tacto peludo de las ratas sin ser mordido (o eso creo) por alguna asquerosa rata, todo fue muy surrealista aquella noche de Bremen, nadie salió a echarnos una mano, no vi a gente fisgoneando en los balcones.

- Dirk: he encontrado un cadáver.(dije jadeando)


Devin tenía una cara de descomposición y con las lágrimas saltadas pero accedió a acompañarme de nuevo al callejón donde estaba el nuevo cadáver de esta maldita ciudad, cogidos de la mano, a lo que Devin se volvió a sobresaltar.

Paul Thomas, gritó afonicamente


Es el señor Zimmermann, gritó Devin nuevamente.

- Dirk: ¿lo conocías? (sorprendido). 
- Devin: claro, es el dueño del cine de Bremen, oh dios mío, que espanto ( tapándose la boca).

La abracé para consolarla porque sentía que lo necesitaba, teníamos que avisar a las autoridades y solo conocía al comisario Leoni, no estaba muy lejos pero sin antes percatarnos de que el camino que había dejado la mujer estaba impregnado de raticida o de algún tipo de veneno que mataba a todo por su paso, ambos, nos tapamos la nariz y salimos corriendo en dirección a la jefatura de policía de Bremen, donde hablamos con Leoni.

El señor Zimmermann se ve que era muy querido en la ciudad ya que era el encargado de traer la cultura audiovisual a la ciudad, era un hombre apuesto y adinerado pero que frecuentaba los burdeles, recordé haberlo visto en el combate de Thomas contra Devin (que no llegó ni a empezar).

Esta vez dejamos descansar a Doctor Luce, ya que últimamente tenía mucho trabajo y debido a su avanzada edad teníamos que dejarlo descansar alguna que otra noche, todos tenemos pesadillas y sueños que debemos disfrutar y padecer, y esta no iba a ser menos.




Oficina de pesquisas 2020
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José S. Cabrera

domingo, 19 de julio de 2020

capítulo 4 del Tac al Tic

Capítulo 4: el Tac del Tic




Cayendo una tremenda tormenta sobre la ciudad de Bremen amaneció aquel domingo en el que tuve que suspender mi comida con el Doctor, a cambio de eso, quedamos en su clínica para ver como se encontraba Thomas, que seguía inconsciente…

Entre por la puerta de la clínica sacudiéndome la lluvia de mi abrigo, cada vez que veía a aquella secretaria me enamoraba más, ella me contó que era española de nacimiento pero que de muy pequeña tuvo que venirse a Bremen a buscarse la vida.

Ya en el despacho del Doctor Luce me esperaba otra botella de buen vino y… Devin, ahora estaba limpia y sin lágrimas en sus ojos, radiaba vida y aunque le costó, sonrió. 

- Dirk: dichosos los ojos señora Devin, ¿cómo se encuentra?

Se arrancó a echárseme en lo alto para abrazarme fuertemente, tuve que echarme hacia atrás para aguantar su cuerpo, no lloraba pero era su forma de darme las gracias, no lo dijo en palabras pero si en actos, el Doctor daba su confirmación y le gustaba lo que veía, se separo mientras yo reía ante la sorpresa del acto.

Nos servimos una buena copa de vino antes de charlotear sobre el tema en cuestión.

- Devin: yo no apuñalé a Thomas, lo juro (se puso seria)
- Dirk: sinceramente, no te veía capaz, todo fue rápido para todos y evitamos que tu salieses más herida de la cuenta, pero como boxeadora no podrías ganarte la vida

- Devin: entreno para ser boxeadora pero como le dije al Doctor, el combate estaba amañado para que yo ganara, yo iba a ganar bastante dinero pero, Thomas ganaría más, vivo en la pobreza y siempre me han tratado mal, ya no los hombres, si no la vida.

- Dirk: ¿y quién sería la persona que movió los hilos?

- Devin: no lo sé, se lo aseguro, la señora Gottfried fue la que me convenció de ganar algo de dinero con el combate, todo estaba amañado de verdad, pero yo no apuñalé a Thomas (se repetía).

Hablaba a trompicones y respirando forzosamente, atropellaba las frases.

El Doctor Luce se metió en la conversación.

- Doctor Luce: Dirk, yo la creo también pero tenemos un problema, la sociedad burguesa de Bremen, Devin esta en busca y captura no por la policía sino por la muchedumbre que estaría a favor que que la colgaran en la plaza donde comimos el primer domingo que nos conocimos, por ello debe esconderse y he pensado…
- Dirk: negativo Doctor, no puede quedarse conmigo
- Devin: soy buena, no daré un ruido, se lo juro
- Dirk: No, (repetí) bajo ningún concepto
- Doctor Luce: por favor Devin, ve con mi secretaria un momento, el señor Calvin y yo tenemos que hablar en privado

Devin hizo caso y nos dejó el despacho al Doctor y a mí, empezamos a discutir de el porque no podía estar conmigo, la principal razón es porque sufro de insomnio desde hace mucho tiempo debido a que los casos en los que he participado me robaban el sueño y sufro de fuertes pesadillas levantándome en mitad de la noche con gritos y a veces llorando, también estaba la razón de que no compartiría la única cama, con una muchacha, le espeté que accedería a buscarle otra habitación fuera de la ciudad, quizás en Hamburgo pero el Doctor no aceptaba y Luce ya era una persona mayor, no podía aceptarla en su casa… porque su casa era la clínica.

A veces pienso que esta ciudad es perfecta para mí y otras querría coger el río Weser y huir de la ciudad cagando leches… en fin, dormiría en casa esta noche, allí me di cuenta que no podía discutir con el viejo, el tiene varias hernias y yo pesadillas,… ganaron las hernias y yo tuve que quedarme con Devin, pero ahora teníamos que seguir buscando quien había apuñalado al señor Thomas, que por cierto visité, estaba sedado hasta las trancas.

- Dirk: Doctor, sinceramente, ¿este hombre podrá levantarse algún día? 
- Doctor Luce: como le dije, es un roble, pero ahora es una ramita y debe recuperarse muy poco a poco, aunque le dejará secuelas graves, si que vivirá, yo mismo me encargo de cambiarle el suero para que siga recuperándose
- Dirk: es que si el pudiera hablar, nos esclarecería mucho las cosas
- Doctor Luce: lo sé, pero hasta que eso suceda debemos buscar lo que sabemos, tenemos un nuevo nombre

Gesche Gottfried 

¿Dónde está la viuda de Bremen? 



al anochecer, ocultamos a Devin por las calles como si fuese una embarazada, el Doctor me ayudó alegando a los transeúntes que era mi mujer que había llegado de Londres y que venía a casa a explorar de como iba el embarazo, nos reímos tanto aquella noche que nos llamaron la atención varias veces en el bloque, entre vinos y risas el Doctor se marcho dejándonos solos a mí y a Devin.

- Devin: yo dormiré en el suelo no se preocupe 
- Dirk: ojalá pudiera ser mala persona, ¿nunca has escuchado el dicho de de la calle vendrán y de tu casa te echarán?
- Devin: no
- Dirk: pues hoy veras lo que significa (mientras apoyaba mi espalda en la pared, mi culo estaba en el suelo
- Devin: (entre risas) gracias por su amabilidad señor Calvin
- Dirk: como me vuelvas a llamar Calvin, te entrego al comisario Leoni 

Eso no le hizo mucha gracia y me di cuenta de ello, nos miramos fijamente y lo que decidimos fue lo mejor. Ambos bebimos y reímos bastante.

Mientras dormíamos, la ciudad de Bremen miraba con recelo atenta”.


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domingo, 12 de julio de 2020

capítulo 3, el Tic del Tac

Capítulos 3: el TIC del Tac



Como pudimos, trasladamos al boxeador Thomas a la clínica del Doctor Luce, yo lo dí por muerto más o menos a la mitad del traslado ya que cuando perdió la conciencia entrecerró los ojos pero la gran sabiduría y dedicación del viejo “Doctor Luce” posiblemente le salvaron la vida, aunque debía de pasar las siguientes 48 horas para sobrevivir, ya en la clínica y con algunos litros se sangre sobre nuestras ropas de burgués…

- Dirk: usted sabía que esto iba a pasa¡ (le espeté)
- Dr Luce: le juro que no, presagiaba que la víctima iba a ser la tal Devin pero no Thomas, este compatriota suyo es un roble
- Dirk: ¿y saldrá de esta?
- Dr Luce: no lo se, de verdad, ha perdido mucha sangre pero ya depende de él, es un tío fornido y sabe de supervivencia, ha estado muy herido muchas veces

Nos encontrábamos solos en la clínica ya casi de madrugada cuando llamaron a la puerta, el Doctor fue a recibir mientras yo me quede al cuidado del boxeador, al poco rato el doctor volvió pero con la compañía de un policía.

- Dr Luce: Dirk, le presento al comisario Leoni

El tal Leoni tenía el pelo enmarañado en nudos y poseía una gran barba muy característica, el uniforme que portaba estaba hecho especialmente para el, portaba tirantes para untar pantalón y camisa, la capa adornaba lo elegante que parecía ser

- Dr Luce: es el mejor policía de la ciudad y el único en el que podrás confiar, ha venido porque tiene algo que decirnos

- Leoni: buenas señor Calvin, mis hombres han detenido a la señora Devin, ahora mismo la están trasladando al calabozo y mi gran amigo, el Doctor Luce, me comenta que usted puede hacerla hablar, ya que nosotros la hemos encontrado en un estado de shock y no quiere hablar con nadie 

- Dirk: si ustedes lo veis pertinente, me acercaré a primera hora de la mañana a la comisaría para interrogarla, pero sin malos modales, a mi manera 

- Leoni: como usted vea, yo confío en el Doctor, y sus amigos son mis amigos, le espero mañana

Nos estrechamos la mano y nos despedidos muy cordialmente, luego el Doctor me llevo a una sala contigua donde abrió una botella de vino español que nos bebimos a medias, charlamos sobre chascarrillos de las mujeres de la ciudad, según él, hay mujeres que se acuestan con los músicos que vienen a Bremen , me hizo mucha gracia reprocharle que porque no lo hacían con los detectives que venían pero me respondió que solo había venido yo, caí rendido al poco tiempo y fue la primera vez y espero que ultima que dormí en una camilla.

Tras los primeros rayos de sol accedí a pegarme una buena ducha en la misma clínica, fue como volver a nacer de aquella noche, me percaté de que Thomas respiraba levemente así que estaba vivo pero seguía gravemente herido en combate, el combate que nunca se llego a celebrar, me despedí del Doctor ya que el tenía que seguir con sus quehaceres en la cínica y yo dí mi palabra de interrogar a Devin, una muchacha que presuntamente apuñaló (sin que nadie lo viese) a Thomas, me eché a la calle de Bremen, conociéndola ahora un poco, sus callejones no eran como cualquier ciudad europea, sus calles absorbían la negatividad de las personas para plasmarla en sus adoquinadas aceras negruzcas por el moho ya podrido.

En poco tiempo llegué a la comisaría en la que me recibió el comisario Leoni con sus andares tan característicos, con esos zapatos se le escucharía a varias decenas de metros, este, me acompañó a los calabozos un tanto toscos y austeros, tuve que dejar de respirar durante unos segundos debido al olor que desprendían algunas celdas.

  • Leoni: la dejamos en la última celda anoche por que le dio un ataque de ira y es la máxima distancia que teníamos entre ella y el carcelero de anoche que me ha dicho que no paraba de chillar, les dejo a solas y tenga cuidado, grite si necesita algo.




Lo que pude ver en la última celda fue a una mujer retrepada en una esquina tirada en el suelo que ni me miraba con la apariencia más triste de los mundos.

- Dirk: hola Devin, ahora mismo estas confusa y quiero ayudarte, voy a hacer todo los posible para que te suelten en el día de hoy pero a cambio necesito que cooperes conmigo y el Doctor Luce, seguro que sabes quien es

no obtuve respuesta pero giró la cabeza para mirarme de arriba a abajo.

- Dirk: yo me llamo Dirk, Dirk Calvin, soy detective que he venido de Londres para ayudar con lo que esta pasando en la ciudad, quiero ayudar a los inocentes y pienso que tu lo eres, pero tienes que cooperar y decirme porque quisiste enfrentarte a un boxeador cuando no tienes pinta de que le ibas a durar un asalto, ahora sigue descansando y yo hablaré con el comisario Leoni para que te deje marchar, yo también tengo que descansar pero cuando estes lista, dirígete a la clínica del Doctor Luce y pregunta por mi, yo me acercaré y charlaremos a solas, si no tienes para comer le dejo algo de dinero en la clínica para que puedas comer y asearte, ahora me marcho, solo necesito a cambio tu confirmación.

La mujer con la cara llena de suciedad de haber dormido en el suelo y de tanto llorar aquella noche asentó con la cabeza y esa cara me valió para marcharme para hablar con el comisario Leoni, para que la dejase marchar pasadas algunas horas, no acepto de buen grado pero lo hizo, me recordó que por ello le debía una y entre risas (era un tío muy campechano) le dije que nos tomaríamos algo el próximo domingo junto al Doctor en la plaza del mercado, me dispuse a irme a casa a dormir la mona y a pasar la resaca de la noche mal pasada pero algo prolífica en mis pesquisas, deje algo de dinero en la clínica a la recepcionista con una nota, que buena estaba la recepcionista.

El Tic del Tac está resonando en la ciudad de Bremen y ni yo ni la mismísima ciudad se está dando cuenta, algo resuena en mis tímpanos pero por ahora solo necesito descansar porque los problemas en Bremen parece que tienen patas y vienen solos por ellos mismos… yo debo de enseñarles el camino de vuelta. Un saludo Doctor y amigo.

Dirk Calvin


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José S. Cabrera
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Dibujos extraídos de la novela gráfica “Gift” realizados por Barbara Yelin @barbarayelin





sábado, 4 de julio de 2020

oficina de pesquisas capítulo 2 Thomas vs Devin

Capítulo 2 Thomas versus devin
Descarga por MEGA : capitulo 2
Descarga por MEGA : Capítulo 0 y 1 

Al siguiente domingo Me levanté con los primeros rayos de sol corriendo hacia el baño para vomitar lo que me hacia arder dentro de mi estomago, al que qué creía duro pero que esta vez fue frágil.
Estaba convencido que Bremen estaba maldita y que yo estaba sufriendo los estragos de su maldición, pero nada más lejos de la realidad, los arenques y yo descubrimos que no nos llevaríamos bien mientras lo comiese varias veces a la semana y por eso me recompuse para notar mi vacío intestinal con ganas de desayunar algún café con uvas, fue entonces cuando pegaron a la puerta de la casa en la que estaba de alquiler.
Con cautela abrí la puerta, no más de la mitad para poder ver a un niño de no más de doce años, enmarañado de pelo revuelto marrón y con numerosas pecas en sus mejillas.
- ¿usted es el Detective Dirk Calvin?
Respondí que sí ante la sorpresa de saber que tenía que decirme.
pues me envía el Doctor Luce para entregarle esto 


¿un combate de boxeo?, por detrás había una nota:
Thomas VS devin
El boxeador Thomas es Londinense, en vez de comer este domingo nos vemos esta noche a las diez junto al fábrica de cerveza para ver la velada entre los dos púgiles, me gustaría presentarle a un compatriota suyo.
Pd: no vaya muy arreglado ya que es un sitio de apuestas y alcohol de gente de a pie.
Nos vemos al anochecer
Dr Luce.
Me sorprendí para bien porque no me esperaba a un señor de sesenta años vitoreando una velada de boxeo pero acepté con una sonrisa de incertidumbre de no saber que me iba a encontrar ya que el boxeo estaba prohibido en gran parte de Europa
Decidí pasear por los alrededores de la ciudad durante toda la tarde poniendo la oreja en las conversaciones de tabernas y plazas para ponerme al día de los temas de actualidad y no era otro que la maldición que corría sobre la señora Gottfried, la ya ángel de Bremen era la habladuría de las señoras del barrio gótico que recuerdo con excentricidad a una señora envuelta en trapos y pelo greñudo alabando a la navidad en pleno agosto, …
Tiempo después me dijeron que estaba esquizofrénica pero que su navidad duraba 365 días al año.
Recordé que mis ropajes no eran del tipo de la burguesía de Bremen por lo que visité una tienda de ropa no muy elegante, añoraba mi sastre de Withechapel en Londres pero no recuerdo otra comodidad de algodón y sobre todo que nadie me miraba como un bicho raro en mucho tiempo cuando salí de ella con una camisa de color blanco roto y un pantalón marrón oscuro con costuras y algo áspero para el tacto, para mi cabeza normal y pequeña para Bremen encontré la solución en una tienda aledaña.
- Dirk: buenas tardes señor , ¿cuánto vale esta bonita gorra?
Intenté decirlo lo menos extranjero posible a lo que me respondieron - medio “vereinsthaler” para usted
No sé si me timaron, sé que los tenía y los pagué….
Me puse la gorra de estampado a cuadros marrones y grises que no encajó bien en mi cabeza pero reconfortó la temperatura de ella debido a que era de algodón, me percaté de la hora y emprendí el camino hacia la fábrica de cerveza pensando ahora en mis quehaceres.
Ahora estaba infiltrado en la muchedumbre de las calles de Bremen y me sentía cómodo cuando los caballeros se tocaban el sombrero para saludarme y sus mujeres me miraban con recelo deseosas de visitar mi alcoba, eso me llenaba pero estaba enfrascado en mis pesquisas cuando ya a lo lejos pude ver a un frenético Doctor Luce dándolo todo con una cerveza en la mano mientras me hacia señas para que me acercara a el, y así hice.
- Dr Luce: pero bueno, dichoso los ojos, ¿quién es? El señor Calvin, ¿y esta ropa? , pero la gorra sobra
- Dirk: (entre carcajadas), he pagado medio “vereinsthaler” por ella.
- Dr Luce: (salpicándome su risa): has pagado la novatada del turista, amigo esa gorra no vale ni diez “Pfenning”, pero no te preocupes, yo te invito a una pinta de cerveza alemana de elaboración propia (me puso una mano sobre el hombro acercándome a una mujer muy pechugona que yo no estaba acostumbrado a ver). 
Ya estaba metido hasta las trancas en el populacho, allí había médicos, cortesanas, obreros, políticos, hasta putas y seguramente ladrones bebiendo con policías, pero todos se divertían al son de músicos callejeros con sus instrumentos impecables que no pedía limosna sino más bailes y más fiesta entonces, mis pies empezaron a saltar y bailar con un coro de al menos treinta personas derramando cerveza en los pechos de las mujeres para poder beberla después… me cortó el Dr Luce: - ESTO ES BREMEN, esto es Bremen (me chillaba a la oreja), esta es la ciudad que quería enseñarle Dirk, así somos , somos duros trabajadores pero en cuanto llega el domingo todos somos amigos, el que te roba durante la semana puede invitarte a cenar el domingo y hoy quiero presentarle a un luchador de Boxeo, sentémonos que no puedo más con mi alma.

Así hicimos ya que yo tampoco me quería desenfrenar del todo porque sabía a lo que he venido a hacer a Bremen, soy detective y me debo a mis pesquisas.
Nos abordaron unos focos encendiéndose y lo que siguieron son vítores, chiflidos y aplausos cuando apareció un hombre con una gran bigote puntiagudo que portaba un megáfono, entonces comenzó a hablar.
Señores y señores borrachos, (aplaudían más fuerte) esta noche tenemos velada de boxeo entre dos titanes fornidos que ninguno de nosotros nos gustaría pelearnos con alguno de ellos, uno de ellos viene de la moderna Londres .. ya conocéis al gran Thomas (alargando el gran) 
mientras tanto aparecía el púgil repeinado hacia atrás con su bigote retorcido mientras chocaba sus puños haciendo ruido para el populacho que se venía más arriba de lo que ya estaba, hasta yo (que pocas veces había visto boxeo) aplaudí.
Dr Luce: ese el señor Thomas, le curo las heridas después de las peleas y visita mi consulta porque su delicada profesión le mantiene fuerte
Dirk: ¿es obrero?
Dr Luce: más bien es contrabandista y trabaja con sus dos armas, sus puños, pero es buena persona y puede ayudarnos en la investigación, después del combate hemos quedado con el
Dirk: ¿y si pierde?
Dr Luce: esta invicto, nunca ha perdido una pelea, es el GRAN THOMAS
el Doctor seguía vitoreando cuando el hombre del megáfono comenzó de nuevo a hablar. 
El contrincante o la víctima según se mire (provocando risas) es de la ciudad, ha tenido los santos cojones de subirse al cuadrilátero ante el campeón de Londres y por eso denle un fuerte aplauso a Devin de Bremen (alargando la D de Devin).
La presentación se vino a bajo hasta tal punto que se podía escuchar el vientecillo chocar contra las casas, a lo que esto movía las bisagras de los letreros.
Lo que apareció ante el populacho fue una mujer, con su pelo largo y no muy fornida para el boxeo y aun mucho menos para enfrentarse al gran Thomas, su cara de pocos amigos la hacían distante ante el público pero Sin importarle el contrincante ya que ni le miro a los ojos, su mirada al frente y seria mientras giraba sus hombros hacía crujir su cuello lo que daba de esperar alguien decidida a plantarle cara, ya no a Thomas sino a la sociedad de Bremen y por ello, YO APLAUDÍ.
No tuve mucha ayuda en los aplausos hasta que el señor del megáfono habló:
- ¿tú eres devin, verdad?, - la respuesta fue rápida y seca , SI
No puedes pelear Devin ,eres una mujer, ¿porqué eres mujer no? - no obtuvo respuesta
De repente los chiflidos y insultos empezaron a arruinar el gran silencio de aquellos segundos - FUERA, PUTA, FUERA DE AQUÍ, los insultos iban creciendo hasta ser deplorables entonces por detrás del señor del megáfono le hablaron al oido durante un instante y todos callamos…
- Me dicen que desde la organización que si el público quiere, podremos ver una pelea de boxeo mixta en la ciudad de Bremen, esta noche, ¿qué opináis? (dándole un tono de incertidumbre)
Otro breve silencio hasta el primer - QUE LA MATE DE UN PUÑETAZO, seguido de un APUESTO A QUE NO DURA NI DIEZ SEGUNDOS, el populacho quería sangre, violencia y lo que era aún peor, violencia de genero en directo mientras seguían emborrachándose.
Todo se formó en un revuelo, empujones e improperios.
Mientras tanto en el cuadrilátero, seguía su curso.
Señora Devin (dudándolo aún)¿quiere enfrentarse al gran Thomas?
La respuesta fue otro SÍ seco pero clara y concisa. 
Señor Thomas: ¿quiere enfrentarse a una mujer?
Tendré cuidado de no dejarla lastimada para que pueda buscarse un buen marido que la saque de las calles (mientras se reía) 
pues todo listo señores, púgiles prepárense para una velada de boxeo atípica, única en el mundo, aquí en Bremen.
Todo estaba listo para el acontecimiento de la noche mientras el Doctor luce me agarraba por el brazo con tono serio.
Dr Luce: esto no era lo esperado Dirk, debemos parar esto de inmediato 
Dirk: pero , ¿cómo? 
Dr Luce: PÉGUEME¡
Dirk: ¿a usted?, cómo voy a …
sin poder pronunciar más palabras el Doctor me propino un fuerte puñetazo en mi nariz que sonó con un crujido pero sin llegar a romper ningún hueso , tras la sorpresa mis manos taponaron mis orificios nasales teniendo que empujar a alguien de atrás, que este se molesto por el empujón creyendo que había sido el de mi derecha propinándole una patada en la entrepierna haciéndole caer de bruces.... y comenzó una reyerta de docenas de personas evitando así que mirasen hacia el cuadrilátero, las pintas de cervezas volaban y los empujones nos dividió a mi y al Dr Luce, yo ya sangraba cuando una patada en mis costillas me hicieron alejarme más del sitio teniendo que escapar hacia la carpa montada de donde salían los boxeadores, aparté con mi mano manchada con gotas de sangre la lona para quedarme a salvo de la reyerta cuando lo primero que vi dentro de la carpa era al boxeador Thomas venir hacia a mi con la mano en el costado taponando una herida que emanaba sangre, recordaré su mirada para siempre, sus ojos marrones cristalinos y el brillo de su bigote me miraron hasta caer desplomado suplicando ayuda.
Cayó a escasos metros de mí cuando el Dr Luce entró y lo vio ya desplomado.
Dr Luce: Dirk, ayúdeme por favor, tenemos que salvarle la vida
sin pensármelo mucho y mirar con mala cara al Doctor por propinarme el puñetazo detonante de la reyerta me puse a taponarle la herida con un trapo que vi en el suelo, estaba sucio pero teníamos que ser rápido y Thomas tuvo suerte de que estuviera el Doctor para hacerle el primer reconocimiento, aunque estaba claro que a Thomas lo habían apuñalado en el costado, solo una vez, pero mortal. 
¿sobrevivirá el señor Thomas? Su herida va bajando las posibilidades de vivir 
¿por qué empezó una reyerta el Doctor Luce?
¿cuales serán las pesquisas de esta breve velada de boxeo entre un hombre fornido y una mujer? 
¿Devin?


NOS VEMOS EL PROXIMO DOMINGO EN OFICINA DE PESQUISAS…

La moneda alemana y austriaca de la época era el Vereinsthaler, que equivale a 12 Pfenning, después vino el Marco alemán y después el Euro.

En el cartel de boxeo aparece la cerveza Alemana Beck’s, que no se fundó hasta 1873 pero para darle un contexto sociocultural debía hacer referencia a una marca asociada a la magnifica ciudad de Bremen y a su gran cerveza local.


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José S. Cabrera